Kayak y Stand Up Paddle

Dejamos atrás las dudas y el miedo al agua de nuestra perrita, Beka, para probar algo diferente. Descubre cómo una sesión de Kayak y Standup Paddle en la Represa del Sisga se convirtió en una aventura llena de risas, un poco de caos y, sobre todo, una conexión inigualable con nuestra mejor amiga. Si crees que tu perro nunca entraría al agua, ¡esta historia te demostrará lo contrario!

Paz en el agua: Kayak y Standup Paddle con tu perrito

Expectativas vs. El Desafío del Peludo Acuafóbico

Seamos honestos: llevar a Beka a hacer Kayak y Paddle era un plan que nos llenaba de dudas. ¿La razón? Nuestro perro tiene una relación complicada con el agua en cualquiera de sus formas. Las pozas, la lluvia o el baño son sus enemigos, lo que nos hacía cuestionar si la actividad era para ella.

La jornada arranca con una reunión. Nos juntamos todos los dueños con nuestros peludos para escuchar las reglas básicas y el plan del día. Este momento es clave, pues te permite evaluar el temperamento de otros perros en el grupo y si el ambiente es el ideal para tu compañero.

Alistamiento y el Rompehielos del Chaleco

El primer paso es el ritual del equipamiento: ponerle a tu perro el chaleco salvavidas. Es un equipo sencillo de ajustar. Aunque algunos se muestran incómodos al inicio, es una resistencia que superan muy rápido.

Luego, viene una caminata suave de unos 20 minutos. Esto ayuda a que los perros liberen su energía inicial y a que los humanos nos activemos un poco antes de subir a las embarcaciones.

Al llegar a la orilla de la Represa del Sisga, se hace un ejercicio fundamental: acostumbrar al perro en tierra al Kayak y a sus movimientos inestables.

La Prueba de Fuego del Kayak y la Reacción Inesperada

Una vez listos, llegó el momento: "¡Perros al agua!". Subimos al Kayak e intentamos subir a Beka.

Pero aquí se activó su instinto protector. A pesar de su fobia al agua, al ver que su "abuelo" se fue solo en otro Kayak, Beka saltó desesperada a la embarcación de otra familia. La escena fue épica y nos sacó una carcajada a todos.

Superado el susto inicial, logramos subir a Beka a nuestro Kayak. Una vez remamos, la experiencia se transformó: encontramos una conexión realmente mágica y una calma profunda entre la naturaleza, el agua y nuestro perro.

Standup Paddle: Estabilidad y Disfrute Pleno

Después de una hora, cambiamos al Standup Paddle. Si el Kayak fue bueno, el Paddle fue la mejor parte de la experiencia para Beka.

El Paddle ofrece una base más ancha y plana. Esto se traduce en estabilidad inmediata para el perritp. La única maniobra complicada es que, al subir tú, debes equilibrar el peso rápidamente. Una vez de pie, el viaje es totalmente encantador y tranquilo. Notamos que los perros disfrutan mucho más esta superficie amplia.

Te invitamos a dejar las dudas y a probar este plan diferente, lleno de paz y una conexión inigualable con tu mejor amigo y con el entorno natural.